En el valle

Pues igual es verdad, que no existe nada
que no hay inteligencia superior a la nuestra
que no hay divinidad a la que rezar
que somos una casualidad

Yo caminaba por las calles otra vez
adorándolo todo, bendiciendo
y encontré Belleza, y me hice amigo suyo
y me quise aferrar, y se fue

Vi a Gabriela, que era hermosa
pero nada, no tenía oídos para la poesía
Bea apareció duplicada, mirándose en el espejo
Y esa británica que danza, otra vez

Ponce, yo no sé
En el no aferrarse me estoy quedando sólo
hasta la Fe se marcha detrás de mis ilusiones
Ni premio ni castigo, todo se queda igual
Y las cosas que anhelamos se las llevan otros, estúpidos

¿Y a quién le rezo yo ahora?
¿Y a quién le cuento lo que aprendo de la experiencia?
¿Qué mano? ¿Qué cabeza? ¿Qué otro pedazo de humanidad?

¿Te has fijado como brilla Venus en el cielo?
Pues va a ser que no significa nada
que no nos quieren
que prefieren la oscuridad a la Luz

Y si, claro que les vamos a seguir dando Fantasía
pero ni agradecimiento, ni sinceridad...
Máscaras, un baile de máscaras
eso son y en eso nos quieren convertir

No saben, no sabemos
Teatro, drama, experiencia
da igual
sólo la acción puede ser virtuosa

Un quijote sin rocín,
un Sancho sin zurrón,
un mago sin sombrero,
y un payaso del copón
Demagogos-gogas

Junto al prado en el que apaciblemente pastan los bovinos
se detuvo mi espíritu a meditar en silencio
¡Mujer! que eres todo sensualidad y concupiscencia
¡Hombre! que eres todo sensualidad y concupiscencia

¿que es lo que quieren esos demonios que habitan en vosotros?
¿por qué reclamáis una transformación de lo femenino en masculino?
¿no os dáis cuenta que estáis dinamitando la unica fuerza capaz de anular el conflicto?
¿cómo alcanzaremos la paz si todo es razón e imposición?

Agresivas, luchadoras, corredoras ¿de qué mente perversa han surgido esas categorías?
¿Es que nadie va a compartir un poco de cordura?
Suaves, delicados, comprensivos ¡esa es una transformación necesaria!

Cuanto daño, ¡cuanto dolor han sembrado vuestros sacerdotes!
despertando las envidias de quienes estaban oprimidas
Por no haber sabido expresar sus íntimos deseos
ahora todos pagamos la cuenta de sus errores

Les permitimos ondear la bandera de la femineidad
precisamente a quienes odian la suave ternura de una joya luminosa
Sus pasiones desordenadas y malentendidas
gobiernan los deseos de muchas mentes confusas


Tumbado en la hierba bajo un cielo nublado
sigo pariendo a los hijos del invierno
Arroyos y riachuelos que fluyen desde oriente y occidente
hasta el mar en el que encuentran la comunión y la unidad

Canciones que revelan planteamientos y conflictos
relámpagos del lenguaje que iluminan el sendero
tormentas de sentimientos que no hacen sino anunciar la calma
tejidos de palabras que resuelven mi Oración